Depurar nuestro cuerpo habitualmente nos ayudará a tener una mejor salud
Especias que ayudarán a una buena depuración |
El bienestar y la salud dependen de dos procesos básicos: una correcta nutrición y una correcta eliminación de desechos.
Sin embargo, mientras que la nutrición está muy reconocida, no así la
eliminación de desechos, pues no se le suele dar tanta importancia.
La
sangre es el fluido principal que lleva nutrientes y oxígeno hacia las
células y, a su vez, recoge los desechos del metabolismo celular. Ya en
el mismo torrente ocurren algunas detoxificaciones, sin embargo, la
mayor parte de las acciones de neutralización y eliminación de desechos
tiene lugar gracias a órganos y sistemas específicos que actúan como
filtros y agentes.
Cuidar los filtros de la sangre es esencial para que pueda nutrir y limpiar de forma óptima
y sí, es lo más parecido a cuidar los filtros de nuestros automóviles.
Hay filtros de agua, de gasolina, de aire... y los mantenemos en buenas
condiciones pues sino... el coche durará poco. Imaginemos que en nuestra
casa y en nuestra ciudad no se pudieran recoger las basuras ni depurar
las aguas fecales... tendríamos serios problemas de salud. Un sistema
limpio, optimiza su funcionamiento. En el cuerpo es exactamente igual.
Si en el organismo se acumulan desechos, éstos actuarán como venenos para
nuestras células y tejidos haciendo que enfermen e incluso, mueran. Por
suerte disponemos de diversos sistemas y órganos que trabajan de modo
coordinado para que nuestras células puedan eliminar sus desechos y para
que el cuerpo pueda neutralizar y sacar hacia el exterior esos
residuos.
Limpieza del cuerpo
Los pulmones participan
en el intercambio gaseoso, eliminando CO2 residual; los riñones ayudan a
filtrar la sangre y como sustancia de desecho forman la orina. El hígado
filtra la sangre y es el gran laboratorio de nuestro organismo que
promueve, entre otras, reacciones de desintoxicación y nos defienden de
sustancias potencialmente dañinas, entre ellas, medicamentos, alcohol,
drogas, microorganismos, residuos tóxicos del metabolismo, etc. La pared intestinal es una barrera física y química que nos protege impidiendo que absorbamos sustancias peligrosas para nuestra salud. Gracias al intestino,
los desechos son eliminados como componentes fecales. Además, en el
intestino se encuentra una gran parte de nuestro sistema inmunológico.
El sistema inmunológico trabaja en coordinación con
otros sistemas y es esencial para reconocer y eliminar células,
sustancias o agentes patógenos o tóxicos. Una buena digestión es vital
pues permite separar lo útil de los desechos.
La piel gracias a
las glándulas es un órgano eliminador que ayuda a excretar hacia el
exterior sustancias tóxicas principalmente mediante la sudoración. Esta
función de la piel apoya a los riñones y a los pulmones en la
depuración, por eso se suele decir que la piel es «el tercer riñón y el
tercer pulmón».
El riesgo de la acumulación de desechos
Si los
desechos no se eliminan de nuestro cuerpo, se acumulan en el interior y
tendremos diferentes manifestaciones leves o graves, dependiendo del
aislamiento de las células por culpa del depósito de desechos. Así, por
ejemplo, son consecuencia de los acúmulos de desechos
inflamaciones y deterioro tisular, artritis, cefaleas y migrañas,
neuralgias, contracturas, erupciones o eczemas, poca concentración, mala
visión, insomnio, formación de masas como pólipos o tumores, hepatitis,
nefritis, infecciones recurrentes, vientre hinchado, digestiones
lentas, halitosis, debilidad de los vasos sanguíneos, deterioro del
colágeno, insuficiencia pulmonar o renal, hipertensión,
hipercolesterolemia, sobrepeso, edemas, etc. Estas y otras afecciones se benefician de una depuración.
Para mantener nuestro medio interno lo más limpio posible es muy sencillo: basta con realizar depuraciones cada cierto tiempo. Existen ciertas plantas cuyos principios activos pueden ayudarnos a
mantener nuestro organismo en perfectas condiciones de limpieza, amén de
lo que ayudemos con la dieta. Podemos nombrar plantas como la genciana cuya
raíz contiene principios amargos que favorecen el funcionamiento del
hígado. La corteza de condurango es un excelente activo frente a
inflamaciones intestinales, gastritis y otros problemas digestivos. Junto con la alcachofa y el cardo mariano,
son especialmente eficaces para ayudar al hígado y a la vesícula
biliar, pueden actuar como colagogos, coleréticos y aperitivos,
promoviendo las secreciones digestivas y favoreciendo el movimiento
intestinal, además muestran una acción hepatoprotectora. La cúrcuma, el jengibre, la canela y el anís verde ayudan
a un correcto funcionamiento del sistema digestivo a la par que ayudan a
evitar las inflamaciones intestinales y articulares que tantas
consecuencias negativas tienen para nuestra salud.
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