¿Cómo afecta el humo del tabaco en los ojos?
El humo del tabaco está formado por alrededor de 4 mil compuestos, la mayoría de los cuales son tóxicos. Cuando estas toxinas flotan en el aire muchos de ellos irritan la conjuntiva, la película delicada que cubre el blanco del ojo. Estas sustancias tóxicas irritan sus terminaciones nerviosas, secándola y provocando escozor y ardor en sus ojos. Los ojos se enrojecen y secan rápidamente. Con la sensación de arena y la nariz y la garganta resecas con tan sólo unos pocos minutos de exposición. Es incluso peor si usas lentes de contacto. El ojo es muy sensible al medio ambiente. Debido a que fumar reseca los ojos rápidamente, los lentes de contacto se vuelven irritantes y peligrosos. Si se resecan, los lentes de contacto pueden lastimar la superficie de la córnea, la ventana transparente en la parte delantera del ojo, aumentando el riesgo de una infección ocular. Una infección bacteriana relacionada con los lentes de contacto puede provocar queratitis microbiana, un riesgo particularmente desagradable para los ojos. Aparte del cerebro, el ojo es uno de los mayores consumidores de oxígeno en el cuerpo. Para funcionar correctamente, necesitan un flujo continuo de oxígeno y nutrientes. Fumar reduce gradualmente el suministro de sangre en el ojo provocado por el estrechamiento de los vasos sanguíneos y el espesamiento de la sangre. A medida que el ojo sufra de carencia de oxígeno vital, se incrementa el riesgo para la visión.
El humo del tabaco está formado por alrededor de 4 mil compuestos, la mayoría de los cuales son tóxicos. Cuando estas toxinas flotan en el aire muchos de ellos irritan la conjuntiva, la película delicada que cubre el blanco del ojo. Estas sustancias tóxicas irritan sus terminaciones nerviosas, secándola y provocando escozor y ardor en sus ojos. Los ojos se enrojecen y secan rápidamente. Con la sensación de arena y la nariz y la garganta resecas con tan sólo unos pocos minutos de exposición. Es incluso peor si usas lentes de contacto. El ojo es muy sensible al medio ambiente. Debido a que fumar reseca los ojos rápidamente, los lentes de contacto se vuelven irritantes y peligrosos. Si se resecan, los lentes de contacto pueden lastimar la superficie de la córnea, la ventana transparente en la parte delantera del ojo, aumentando el riesgo de una infección ocular. Una infección bacteriana relacionada con los lentes de contacto puede provocar queratitis microbiana, un riesgo particularmente desagradable para los ojos. Aparte del cerebro, el ojo es uno de los mayores consumidores de oxígeno en el cuerpo. Para funcionar correctamente, necesitan un flujo continuo de oxígeno y nutrientes. Fumar reduce gradualmente el suministro de sangre en el ojo provocado por el estrechamiento de los vasos sanguíneos y el espesamiento de la sangre. A medida que el ojo sufra de carencia de oxígeno vital, se incrementa el riesgo para la visión.
¿Qué esperas para cambiar tu mal hábito y tener una buena salud? , nunca es tarde,
¡Te podemos ayudar!
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